Soplo frió;
y el nació,
soplo fuerte;
y el creció.
mírenlo;
he aquí el que fue llamado
la ruina de los hombres,
hermoso y fuerte
el ángel de alas negras.
Apoteósico
batió sus alas
y se encumbro
por sobre los montes,
arrastrando a la noche con sus manos,
trayendo el fuego en la mirada,
acompañándose de la ira y el dolor.
Rugió su voz
desde los infiernos
hasta la cima de los cielos,
y hasta sus cimientos tembló Sión
Mírenlo!;
he aquí que grita:-
¡Padre: Mi trono y mi herencia!
Pobre ángel
hermoso y terrible,
aunque fuiste el mas poderoso de los hijos;
la luz de la mañana.
No prevalecerás,
en tu frente esta sellado tu destino.
¡Padre míralo!
el también es tu hijo.
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