Historias de Rock, alcohol, amor y locura.
ENSAYO BAJO LAS HOJAS.
C
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aían pesadas las hojas del otoño, anunciando el cada vez más próximo invierno…
David vagaba por la larga alameda Mackenna, sentía bajo aquellos álamos una
incomprensible melancolía, mescla de alegría, dolor y rabia, difícil de
entender incluso para el mismo. Vagaba en dirección de la casa de su baterista
Manuel, sus pasos eran largos, pero lentos, no quería apurarlos, la visión de
ese mar de hojas le daba cierta tranquilidad a su alma tan agitada por esos
días.
Soplaba gélido un viento otoñal que finalmente lo saco de sus cavilaciones,
así que apuro el tranco, mientras ese mar de hojas se revolvía en torbellinos.
Toco la puerta, salió la hermana de Manuel, indicándole que su hermano estaba
tocando en la bodega del fondo que les servía de sala de ensayos.
-Hace un frio de la concha
de su madre, hueon!!- le dijo, mientras Manuel bajaba las baquetas y secaba el
sudor de su frente.
-¿Qué Huea dices!
-Que hace frio sordo de mierda!!! Jajajajajaja-
Una sonrisa cómplice se cruzo entre ambos.
-Ahí en la repisa hay un
roncito pa’ que te descongeles mierda!!, pero no te pases, ensayemos sanos
aunque sea por esta vez-
-Cállate y pásame la huea
nomas!!! Fue la única respuesta...
Apuro el trago, desenfundo
su guitarra, se sentó en un cajón y punteo unos acordes, peros sus dedos
estaban tiesos por el frio y solo salió
un estridente acople – aprende a tocar jajajajajaj!!!- Espeto Manuel.
-Hummm, como si tu tocaras tan bonito!!- rio entre
dientes David – Espera que me baje el ron y veras – dijo, mientras se sobaba
las manos para calentarlas. Conecto su guitarra al amplificador y la afino,
tras lo cual, ya con las manos tibias, hizo unos barridos tipo Hendrix y le
dijo – Vez?, igualito a Jaimito Henriquez, jejejeje…
Tocaba unos temas de Metálica cuando empezaron a llegar
los otros integrantes de la banda. Vargas el vocalista, llego primero,
arrimándose a un calentador a leña de la
esquina que se dedico a prender.
Draco y su bajo, aparecieron después de un rato, mientras
los demás cantaban voz en cuello; Seek
and Destroy
Lo que parecía una buena tarde, se comenzó a agriar
después de un rato, ya que por el pasillo, que daba a la bodega se diviso la
silueta de Evelyn que avanzaba hacia la puerta, David apretó los dientes, agacho
la cabeza y realizo un barrido en su guitarra tratando de despejar su mente –
Mierda – mascullo entre dientes.
Se irguió y dijo a voz en cuello – No se supone que el
ensayo era solo para nosotros! – bufo con evidente molestia.
Pero si somos solo nosotros – respondió Vargas – mi mujer
también es nosotros – agrego con cierta malicia el vocalista.
La banda quise decir, solo los integrantes de la banda – rectificó
David con evidente mal humor.
Ya déjate de alegar, viejo cascarrabias, mi mujercita
quería verme cantar una rato, cierto amorcito? – interpelo Vargas hacia su
mujer.
Si, dijo, escucho un par de temas y me voy, no seas tan
grave – intervino Evelyn.
David no dijo nada, masco su rabia y continúo tocando…
Draco al ver la tensa situación puso sobre la mesa el listado
de los temas a ensayar y los conmino a empezar.
David tocaba con rabia, de cada acorde salía una mescla
de sentimientos que se le atoraban en las manos, así que rasgaba las cuerdas
con fuerza para poder sacarlos, mientras su mente se paseaba en los momentos
que variaban entre la alegría y el sufrimiento, cada vez que miraba hacia ella
sentía su mirada clavada sobre él, así que se volteaba y tocaba encogido
queriendo desaparecer.
Todo aquello ocurría sin que nadie lo notara, casi nadie,
pues Draco sabía perfectamente cuál era la situación entre su guitarrista y la
mujer del vocalista, por más que pensaba no sabía cómo terminar ese triangulo,
ya que a la larga terminaría con la banda, y quien sabe, también podía
desencadenar una tragedia, después de tocar varios de los temas de la lista,
avanzo hacia el centro y dijo – Bueno, no se suponían que eran un par de temas
Evelyn?.
Puta que andan simpáticos los hueones hoy día – respondió
la aludida. Cruzándose de brazos y lanzando una mirada que podía congelar el
infierno, hacia Draco.
Ya Evelyn, ándate mejor, que este par; anda más pesado
que camión a pedales hoy, espérame en la casa, que voy al rato- le dijo con
sarcasmo Vargas a su mujer.
Evelyn agarro su chaqueta y salió dando un portazo, no
sin antes decir – Por tu madre que llegues borracho, no te abro la puerta, y no
quiero a nadie en la casa en la noche!!! –
Vargas espero verla salir por la puerta principal, alzo
los brazos y largo una perorata- Gracias cauros, no sabía cómo sacármela de
encima, tengo un carretito con una minocas más tarde, y si se quedaba, me jodia
el panorama – que viva la fiesta- cambien las caras!!! Jajajajajja. Aquí le s
tengo un pisquito con Coca para celebrar mi soltería jejejejeje – dijo sacando
una botella de Alto de Carmen y una Coca- Cola de su mochila.
Ejale, eres un puto maraco vos hueon – respondió riendo
Manuel desde el fondo, donde se había entretenido mirando la escena – invítame
estoy mas botao- dijo dirigiéndose a Vargas.
Ya, cuando terminemos de ensayar, nos vamos, ahora
levanten sus copas señores y a la salud de Licántropos, y que se cague- dijo
mientras terminaba de servir- que se recontracague!! - respondieron los demás,
excepto David que levanto su vaso, pero se mantuvo en silencio.
El resto de ensayo continuo sin mayores contratiempos,
con los miembros de la banda ya bastante entonados, tocando y bebiendo sin
mayores contratiempos, David bebió con calma, pues no se sentía bien, solo
quería terminar rápido y dirigirse a su casa, así que terminando el ensayo tomo
su guitarra y se dispuso a salir.
Ya nos vemos, que la pasen bien- se despidió- Manuel y
Draco alzaron las manos y le hicieron la despedida, pero Vargas, ya bastante ebrio
le grito al salir – Eris mas fome hueon- parecis mina, aquí tus socios
vacilando y tú te vas a dormir como una vieja culia- David lo miro, pero no le
respondió, había tenido suficiente esa tarde.
Camino rápido para salir hasta la arboleda de Mackenna y
que el aire lo despejara, pero había avanzando un par de cuadras cuando vio a
Evelyn recostada contra un árbol, su mente se nublo por completo, camino con la
mirada gacha hasta estar al lado de ella, no le dijo nada, pero el dialogo de
sus ojos fue intenso, la rabia, la suplica, finalmente el amor, ambos sabían cómo
iba el juego, así que ninguno dijo una sola palabra, solo caminaron juntos por
entre las hojas, mientras ella deslizaba su mano hacia la de el, y él se la
apretaba con fuerza. Caminaron así por
Mackenna esa tarde de Otoño, mientras el gélido viento soplaba y las hojas
volaban a su alrededor hasta que llegaron
hasta le viejo puente San Pedro y doblaron hacia el fuerte Reina Luisa, en esos fríos días de
Otoño y mas encima fin de semana, nadie iba por esos lugares, así que era el
lugar perfecto para su encuentro clandestino.
Sentados sobre las rocas del muro se abrazaron y besaron
tiernamente, con pasión, como si no existiera mañana, acurrucados solo ellos
dos.
Porque me haces esto?- finalmente musito David- sabes que
esto me hace mal, que me duele, pero aun continuas sabiendo cuan doloroso es
para mí- tomo aliento y continuo – sabes que tampoco tiene ningún futuro, que
me tratado de apartar, pero continuas en mi persecución, perderé todo, mis amigos,
mi banda, - dejo espacio para el silencio y continuo tratándose de dar valor –
Cuanto tiempo podemos continuar con este juego, hasta que ese otro hueon se dé
cuenta, quede la caga, y salga alguien herido, peor aún , que termine matándote
en alguna de sus borracheras.
Ella no respondió, solo se acurruco en su pecho mientras
unas espesas lágrimas salían de sus negros ojos, ese maldito sentimiento que se
agolpaba en su pecho, lo ahogaba, quería salir corriendo a llorar a gritos,
pero en cambio la tomo y la abrazo con fuerza.
Se levantaron despacio después de un rato, ya que había
anochecido y el frio hacia presa de los dos- te vas a ir –pregunto- quieres que
me vaya?- respondió ella – No regresara esta noche, tal vez mañana y borracho,
dormirá todo el día- agrego.
Los silencios entre ellos eran mejores que las palabras,
volvieron a caminar esta vez en dirección de la casa de David, a su cuarto que
había construido en una parte de la bodega de su casa, apartándose para que
nadie cuestionara lo que pasaba allí, bueno su madre lo sabía, ella siempre lo
sabía todo, pero nunca decía nada, solo recogía los pedazos de su hijo cada vez
que quedaba destrozado.
Así emprendieron el camino, como hojas arrastradas por el viento, entre las ráfagas frías
del Otoño, sabiendo que el temporal esta casi encima de ellos, que la lluvia
seria gélida, que habría mucho dolor, David sabía muy bien lo que le esperaba
pero no le importo; ¡que vengo el Invierno si quiere!, con sus temporales y sus
ventiscas, de eso se preocuparía otro día, hoy solo la quería a ella y su
cuerpo cálido en su cama
FIN.