viernes, 29 de mayo de 2015

EL VUELO DE LOS ANGELES

La encontró
al abrigo de las sombras,
luego del amargo beso de la aurora.
De enigmática figura,
de melancólica mirada,
de sobrenatural belleza
y de resplandecientes alas.
El acariciaba en sus manos
lagrimas de infinitas soledades,
de espacios sin tiempo;
de furias y de tempestades.
Se cruzaron las pupilas,
la respiración se hizo larga;
se anhelaron las bocas,
se confundieron las almas.
Se electrizaron las pieles;
sus pies, el suelo no tocaban.
Ella abandonó el silencio;
a el; la miseria no lo alcanza.
Ella busco refugio
en su pecho,
el se abrigo en sus alas;
el seria su sombra
y ella su esperanza
Se perdieron
en la noche,
bajo una luna olvidada.

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