Desde el fondo de su ser;
el piadoso hombre escucha,
y anhelante de sus palabras
susurrantes,
suspira.
Es ella como la bruma; suave, grácil y fría,
y en aquel lúgubre y podrido;
mazmorra infecta y mohosa,
el amanecer se ha detenido a
admirar de ella;
su boca.
Mientras el gentil hombre;
suspira.
Cautivo ya de su mirada,
el sigue el revoloteo de la
mariposa,
que flota entre aquellas
rejas.
Mientras el sol aun enamorado
de esa hermosa boca roja ;
la besa.
Y el pobre diablo rendido con el rosario en las manos;
y con el pecho compungido,
la venera.
De su oración un lamento; una lagrima, un llanto
por haber roto sus votos:
Apretando la cruz en sus labios
suspira y reza.
Ya se repite en su cabeza
la recriminación y una
suplica;
¿Cómo puede un ser tan bello
haber nacido de las sombras?
Consumado ya el pecado;
ya liberada la bruma,
esa mariposa de alas tenues,
con el sol paseando por la
celda,
con un ultimo suspiro
el piadoso hombre…
… muere!.
Felicitaciones! Muy bueno todo tu trabajo.
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